Argamasilla de Alba vivió el pasado fin de semana su XXIII Fiesta de la Vendimia, un evento que una vez más ha fusionado la tradición vitivinícola con la cultura local, atrayendo a visitantes y vecinos en torno a la música, la gastronomía y el folclore manchego. Celebrada los días 5 y 6 de octubre en el Auditorio de Verano, esta edición contó con una amplia participación y un programa cargado de actividades, logrando afianzar su relevancia como uno de los días más esperados del calendario local.
El domingo, desde las 9:00 de la mañana, el Auditorio se convirtió en el escenario del tradicional concurso de migas, uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía manchega. El evento reunió a participantes de todas las edades, quienes empezaron temprano a encender sus lumbres en el albero de la antigua plaza de toros, inundando el ambiente de aromas que prepararon el terreno para la jornada.
El epicentro de esta celebración es el concurso de migas, que como la fiesta alcanzó su vigesimotercera edición para coronar a Toñi y Fide como ganadoras del concurso de migas, seguidos de Jacinto Montero y Manuel Salazar, quienes se llevaron el segundo y tercer premio, respectivamente. La organización otorgó además dos premios especiales, destacando la participación de Florencio Ocaña, de 89 años, como el cocinero de mayor edad, y de Pedro Jesús López, de 17 años, como el concursante más joven.
Mientras los cocineros y cocineras se afanaban en elaborar las mejores se realizaron competiciones de juegos tradicionales. Así, en la categoría de "lanzamiento de cepa", Azucena Hilario Olmedo y Jorge Pardo Gutiérrez se llevaron los primeros premios en las categorías femenina y masculina respectivamente, seguidos por María Denisa Livadaru y Antonio Hilario Olmedo en segundo lugar. El concurso de cuadrillas, en la modalidad de sogatira mixta, vio triunfar a los "Patitos churris", seguidos de cerca por "Las Viejas del WhatsApp".
Mientras se desarrollaban todas estas actividades, los usuarios del Centro de Día de Mayores ponían toda su experiencia en la elaboración de las migas gigantes solidarias para más de 500 personas, las cuales se agotaron rápidamente. El precio de la ración de migas, acompañada de panceta, uvas y agua o zurra, tenían el simbólico precio de 1 euro a beneficio íntegro de Cáritas Interparroquial de la localidad.
Ya por la tarde, tuvo lugar la entrega de los diplomas y premios, por parte de la alcaldesa, Sonia González, que estuvo acompañada del concejal de Empleo y Empresas, Yared Sánchez; la portavoz del PSOE municipal, Noelia Serrano, y de la técnica de festejos, Silvia Carrasco. González destacó la relevancia de esta fiesta para el municipio: “La Fiesta de la Vendimia en Argamasilla de Alba es ya una cita imprescindible que nos reúne a todos, vecinos y visitantes, en torno a nuestras raíces y tradiciones, un momento para el reencuentro de amigos y familiares”, señaló González. La alcaldesa subrayó, además, el esfuerzo colectivo en la organización y la participación solidaria, como el concurso de migas en beneficio de Cáritas, y la inestimable colaboración de los mayores y los trabajadores municipales.
Con el estómago satisfecho y el espíritu alegre, los asistentes que quisieron pudieron unirse a la celebración del baile regional manchego, una iniciativa liderada por la Agrupación de Coros y Danzas “Mancha Verde”. A ritmo de las jotas tradicionales, como la Jota de la Vendimia o la Jota del Lugar Nuevo, los asistentes pudieron disfrutar y participar en una muestra vibrante del folclore de la región. Desde Mancha Verde invitaron a todos a impregnarse del ambiente festivo y a unirse en la pista para compartir la tradición a través del baile.
La celebración arrancó el sábado por la noche con una novedad: el Primer Festival de Música de Grupos Locales, en el que participaron cinco bandas del municipio —Estópidos, Sax Eventos, Vinodium, Deskaraos y Plugins—, ofreciendo al público un repertorio variado que dio vida a la noche en un ambiente festivo y de apoyo al talento local.
La XXIII Fiesta de la Vendimia de Argamasilla de Alba se ha consolidado como un evento emblemático que combina tradición y modernidad, destacando el folclore local y la rica herencia vitivinícola del municipio, al mismo tiempo que fomenta el talento local y refuerza los lazos entre vecinos y visitantes con actividades pensadas para todas las generaciones.